Ya tenemos el itinerario para este año 2011. Aquí os hacemos un resumen:
Se visitará la zona de Manduriacos, compartiendo buenos ratos con familias afroecuatorianas. Allí se hará alguna caminata para visitar la cascada y se harán actividades en la escuela de chontal. También se visitarán el Mariposario, la cueva de los tayos y las microempresas de la zona.
Después se viajará a la comunidad de El Rosal, para conocer la cooperativa artesanal de mujeres que trabajan en la Fabricacion de jabones de aloe vera natural.
De allí se partirá hacia la zona de Otavalo-Chilcapamba. Se podrá conocer la laguna Cuicocha y Cotacachi, la Cascada Peguche, y se tendrá la oportunidad de ver la gran labor que desarrolla la organización de mujeres indígenas Huarmi Maqui, que quiere mejorar el desarrollo economico, social, cultural y politico de sus comunidades. Después habrá tiempo para visitar el mercado artesanal de Otavalo "La Plaza de Ponchos".
Una vez de vuelta en Quito se hará un recorrido por el Museo de Guayasamin, Capilla del hombre, El Panecillo y el centro historico.
Y de Quito a la Comunidad de Shiripuno, un pueblo situado en la amazonía de Ecuador, en la orilla del río Napo y cerca de Misahualli. Aquí también los beneficios que obtienen del turismo comunitario sirven para financiar proyectos de desarrollo en la comunidad (renovación de la escuela, escolarización de los niños y niñas, compra de material pedagógico, medicinas…). También cuentan con la Asociación de mujeres llamada Amukishmi que se reúne cada día para trabajar en la artesanía y mejorar su calidad de vida en la educación, alimentación, y medicina.
Con el sonido de la selva aún en los oídos, se partirá hacia la Comunidad de Salasaca, donde se encuentra el grupo étnico de los indios salasacas que siente gran arraigo por sus tradiciones y costumbres. Desde allí se podrán conocer lugares como el Pailon del diablo y Baños.
Se volverá a Quito para partir después hacia la costa. Playa Escondida y Muisne serán las bases para disfrutar de la playa, hacer algún avistamiento de ballenas, quizás ir a pescar pulpos, charlar y compartir historias alrededor de una fogata, pasear por la playa Estero de plátano de tres kilómetros de longitud y que está repleta de aves, hacer algún recorrido en tricicle y conocer los manglares a bordo de una lancha.
A lo largo de los 21 días que dura el itinerario descubriréis que existe otra forma de viajar, más solidaria, menos agresiva con el entorno, más responsable, y que se convierte en una experiencia para toda la vida.
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